Después del innegable éxito de la jornada feminista en España del pasado
jueves, la derecha nacionalcatólica y neoliberal en sus dos variantes: la vieja
del PP y la nueva de Ciudadanos se han puesto más que nerviosos.
Rajoy
o Rivera, líderes de partidos que querrían que las mujeres volvieran a sus
"tareas del hogar" como en tiempos no tan pretéritos, se "convirtieron"
al feminismo. ¡No me digan que no es para alzar las campanas al vuelo!
Claro que por supuesto todo es una burda pantomima de dos
redomados defensores del patriarcado para no retratarse como lo que son:
antiguallas ancladas en la más deleznable discriminación y sexismo. Es por ello
que sus patéticas declaraciones, más mentirosas que un billete de 7 euros, sobre
sus apoyos a las reivindicaciones feministas tienen al final la misma
credibilidad de por ejemplo las que hubieran hecho Hitler apoyando los derechos
de los judíos o los lideres del KKK sobre la dignidad de los negros estadounidenses.
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