3 de noviembre de 2017

Por fin un creyente sincero

Los creyentes en general, y su líderes en particular, tienden a esconder su intolerable egocentrismo bajo una verborrea de palabras vacuas, cuando lo que en realidad desean es cumplir sus más oscuros (y muchas veces miserables) deseos. Por ello es siempre reconfortante, y más que didáctico, que de vez en cuando uno de esos autoproclamados mediadores de lo divino se quite el disfraz y exponga públicamente los verdaderos motivos de su creencia. 


Así, en los siempre piadosos EEUU uno de esos reverendos protestantes, un predicador de una de las innumerables variantes de ese cristianismo estúpido que lleva dos milenios destruyendo las mentes (y aligerando los bolsillos) de los miembros menos dotados intelectualmente de esa tan particular especie de monos, ha decido quitarse la careta y mostrar al mundo su enfado (y sus verdaderas intenciones) con su dios por lo que parece ser el no cumplir las promesas dadas. 

El reverendo Guillermo Maldonado, pastor en la Iglesia Rey Jesús en Miami, se ha enfadado con su dios porque según asegura 
 “Yo veo al impío, veo un impío jugador de soccer que tiene 30 carros y uno de ellos le vale un millón y medio, dos millones, tres millones y veo al otro impío que tiene un avión de 50 millones y viaja al mundo prostituyendo gente, veo al otro impío un billonario y no siembran para Jesús. Y digo Señor aquí dando toda la vida con la lengua de fuera, ganando almas restaurando familias ¿dónde están mis millones? ¡Ah lo que quieren ser pobres no dijeron nada!, le dije Señor estoy hasta la coronilla, hasta el copete que el malo tenga el billete y nosotros los hijos de Dios que siempre tenemos que pelear para que ese billete llegue y dije estoy harto que un tipo allá gane medio millón de dólares en la semana por patear una bola.” 

Aunque quizás este telepredicador debería preguntarse si a lo mejor todo esto ocurre porque a su dios lo que le gusta de verdad es el fútbol y no que unos estúpidos caraduras como él mismo anden dando la matraca en su nombre a los más simples de ese siempre tan particular rebaño cristiano.



2 comentarios:

  1. Que fácilmente se olvidan los pastores del dicho de Jesus: "Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios"
    La biblia solo interesa cuando quieren, lo cual no me parece muy cristiano

    ResponderEliminar
  2. El Rdo. Maldonado, en lugar de enojarse con el jefe, tendría que pedir asesoramiento a sus colegas teólogos multimillonarios, para saber cómo hicieron la fortuna que amasan.

    ResponderEliminar