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15 de septiembre de 2017

En España, católicos de boquilla y muy rácanos



La Iglesia Católica y los biempensantes de la derecha afirman sin pudor que España está llena de católicos, aunque eso sí muy, que muy particulares.

Porque es casi de broma decir que la mayoría de los españoles son católicos porque fueron bautizados y se casaron por la iglesia, cuyos templos no pisan más que en fechas señaladas como bodas y bautizos (y eso que la mayoría a los cinco minutos acaba en el bar de la esquina), indiviudos que por suerte para todos hacen menos caso al Papa y a las obligaciones de un verdadero católico que a lo que dice un lama tibetano.

Y si entramos en el terreno económico, la cosa roza el esperpento. En un país en donde “pagar” impuestos religiosos sale gratis total, puesto que marcar la famosa casilla de la iglesia en el IRPF no cuesta nada, cada vez menos “católicos” siguen ese rito inútil. Es más, tal y como se acaba de publicar, cuando los creyentes tienen que rascarse el bolsillo de verdad, dejando dinero en el cepillo de la iglesia, en realidad dejan casi calderilla, puesto que al final sólo un tercio de los ingresos de las diócesis católicas españolas es resultado de las aportaciones voluntarias de los fieles. En resumen, católicos de boquilla y más rácanos que el Avaro de Moliere. 


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