Hay una máxima en derecho internacional que dictamina que los crímenes de
lesa humanidad no prescriben y no pueden ser objeto de amnistía. Y es por ello
que más o menos diligentemente todos los países que pasaron por dictaduras ha
ido persiguiendo y enjuiciando con mayor o menor fortuna a los criminales y
genocidas. Pero por supuesto siempre hay una dolorosa y terrible excepción.
Porque de todos los países latinoamericanos se reciben de vez en cuando
buenas noticias, como la reciente condena
de 19 militares chilenos que torturaron y asesinaron impunemente a decenas
de opositores. Condenas que por ejemplo en Chile se añaden a las de otros genocidas: 106
en el mes de junio, otros
6 el año pasado o los 1300
condenados durante el año 2015.
Y sin embargo, hay un país en donde el fascismo más genocida no sólo sigue impune
sino que día sí y día también se homenajea y se ensalza impunemente a
torturadores, violadores, criminales de guerra y genocidas franquistas,
mientras por otra parte se insulta, se humilla y se denigra a los cientos de
miles de asesinados por el gallego genocida y sus criminales secuaces. Y ese
país es España, en donde hasta los más altos cargos del gobierno
"popular" apoyan, ayudan y rinden homenaje a los genocidas, entorpeciendo
la labor de la justicia internacional. Pero eso sí, que quede bien claro que la
"democracia" española es un modelo a seguir y que nuestros
gobernantes filofascistas del PP son los únicos y genuinos demócratas hispanos.
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